Tu paz no es algo que llega como recompensa cuando todo en tu vida se alinea. No es un trofeo ni un regalo que alguien más pueda darte. Esta carta viene a recordarte que tu paz es una elección, y esa elección empieza adentro. Puedes decidirla incluso en medio del caos, incluso cuando nada parece estar bien. Porque es tuya, siempre ha sido tuya. Elige tu paz, una y otra vez. Es tu acto más valiente de amor propio.
Veronika Amaya