No, no es tu enemiga. Esa sensación molesta, esa tensión interna, ese “algo no está bien” que quieres evitar… en realidad trae un mensaje. Esta carta te invita a dejar de huirle y empezar a escucharla. La incomodidad llega como una amiga disfrazada de caos, para mostrarte qué botón está siendo presionado, qué parte de ti necesita atención, cambio o liberación. Mirarla de frente, sin juicio, es el primer paso para transformarla. Porque lo que hoy te incomoda, mañana puede ser tu mayor crecimiento.
Veronika Amaya